Se me olvidó echar en la maleta una lectura para el viaje. Temiendo algún momento de “aburrimiento” compré en un autoservicio de carretera este librito.
La contraportada advertía que tenía elementos argumentales que podían engancharme sin marearme demasiado:
1. Una chica que después de muuuchos años vuelve al pueblecito que la vio nacer, Purcell (Texas).
2. Una investigación criminal.
3. Una historia de amor principal entre dos personas que se llevan 18 años de diferencia.
4. Un vaquero muy duro, excombatiente de la Guerra de Vietnam.
La historia comienza muy bien con la presentación del pueblo, personajes, costumbres y encuadra las bases de una prometedora historia.
En medio de tanta sobriedad empecé a partirme de risa, (yo solita), cuando leí "perlas" como:
…”…Si fueses un hombre y fueras a horcajadas en la silla de un caballo por un desnivel con tus cositas dándose en la perilla, también te quejarías…”… (Ojiplática me quedé)
…”…No había imaginado el maravilloso sabor de su boca ni el aroma, de viento y sol, que impregnaba su pelo y sus ropas…”… (Y yo toda la vida pensando que a la ropa se le echaba suavizante y detergente
….¿¿¿¿a que olerá el sol???)
…”…La gente se revuelve antes si le tocas la cuenta bancaria que si le tocas los huevos…”… (¿¿¿Alguien se imagina una pancarta reivindicativa con este eslogan???)
…”…Las paredes estaban decoradas con cuadros de escenas hípicas, de toros ganadores de concursos, con los testículos como melones…”… (Sí, habéis leído bien. Yo me partía de risa pues ni sabía a cuento de qué venía)
…”…Recuerda cómo se le caía la baba contigo y quiere que se le caiga otra vez, aunque de otro sitio…”… (¡Toma ya!, a esto se le llama mensaje subliminal)
Y otras lindezas que omito por no descubrir el desarrollo de la historia...
Se salva, "por los pelos", por la intriga sobre la investigación. (No es un libro que siga los cánones clásicos de libros románticos y hasta el final sorprende).
Para pasar un rato distraído entre esperas de estaciones de tren, colas larguísimas para comprar entradas a museos, retrasos en aeropuertos, soportar pesados compañeros de viaje, padres desesperados pues no saben como controlar a niños sin domesticar….no está mal; los hay infinitamente mejores.
Moraleja: No salgas de casa sin una buena lectura...
La contraportada advertía que tenía elementos argumentales que podían engancharme sin marearme demasiado:
1. Una chica que después de muuuchos años vuelve al pueblecito que la vio nacer, Purcell (Texas).
2. Una investigación criminal.
3. Una historia de amor principal entre dos personas que se llevan 18 años de diferencia.
4. Un vaquero muy duro, excombatiente de la Guerra de Vietnam.
La historia comienza muy bien con la presentación del pueblo, personajes, costumbres y encuadra las bases de una prometedora historia.
En medio de tanta sobriedad empecé a partirme de risa, (yo solita), cuando leí "perlas" como:
…”…Si fueses un hombre y fueras a horcajadas en la silla de un caballo por un desnivel con tus cositas dándose en la perilla, también te quejarías…”… (Ojiplática me quedé)
…”…No había imaginado el maravilloso sabor de su boca ni el aroma, de viento y sol, que impregnaba su pelo y sus ropas…”… (Y yo toda la vida pensando que a la ropa se le echaba suavizante y detergente
….¿¿¿¿a que olerá el sol???)…”…La gente se revuelve antes si le tocas la cuenta bancaria que si le tocas los huevos…”… (¿¿¿Alguien se imagina una pancarta reivindicativa con este eslogan???)
…”…Las paredes estaban decoradas con cuadros de escenas hípicas, de toros ganadores de concursos, con los testículos como melones…”… (Sí, habéis leído bien. Yo me partía de risa pues ni sabía a cuento de qué venía)
…”…Recuerda cómo se le caía la baba contigo y quiere que se le caiga otra vez, aunque de otro sitio…”… (¡Toma ya!, a esto se le llama mensaje subliminal)
Y otras lindezas que omito por no descubrir el desarrollo de la historia...
Se salva, "por los pelos", por la intriga sobre la investigación. (No es un libro que siga los cánones clásicos de libros románticos y hasta el final sorprende).
Para pasar un rato distraído entre esperas de estaciones de tren, colas larguísimas para comprar entradas a museos, retrasos en aeropuertos, soportar pesados compañeros de viaje, padres desesperados pues no saben como controlar a niños sin domesticar….no está mal; los hay infinitamente mejores.
Moraleja: No salgas de casa sin una buena lectura...
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