Bonelli presenta su novela 'Lo que dicen tus ojos'
La escritora argentina Florencia Bonelli presentó hoy en Madrid su libro 'Lo que dicen tus ojos', una novela romántica cuyo argumento de desarrolla entre Argentina, Suiza y Arabia Saudí.
La autora explicó a EFE que este libro, editado ahora por primera vez por el sello Manderley (Suma de Letras), lo escribió en 1997 después de leer 'El árabe', de la británica Edith Hull, que 'me marcó tanto -dijo- que a partir de entonces empecé a imaginarme la historia de 'Lo que dicen tus ojos''.
En la novela de Bonelli, situada en la provincia argentina de Córdoba al comienzo de los años 60 del pasado siglo, Francesca, una muchacha humilde, hija de inmigrantes italianos, se enamora de Aldo, el hijo de los dueños de la hacienda donde trabaja su madre.
Ante la oposición al romance por parte de la madre de Aldo, Francesca, que ha obtenido una sólida formación, consigue abandonar el país y va a parar con un cargo diplomático a Arabia Saudí, donde un príncipe se enamora de ella.
La novela describe la sociedad elitista cordobesa y también, con abundancia de descripciones, muchas costumbres del mundo árabe.
La autora aseguró que nunca ha pisado Arabia Saudí pero que, como en todas sus novelas, dedica muchas horas a investigar en bibliotecas y en Internet, y, en este caso, en libros sobre el Islam y en la propia Embajada de ese país en Buenos Aires.
Florencia Bonelli, de origen español e italiano, reconoce que sus lectores, la mayoría mujeres, aprecian su 'estilo cinematográfico', pues 'voy viendo lo que voy escribiendo y así consigo que el lector tenga la misma impresión'.
Bonelli no ve rasgos autobiográficos en su novela aunque sí es consciente de que siempre termina 'volcando' en lo que escribe el 'fastidio' que siente por la 'sociedad cordobesa elitista', con la que ella misma se ha codeado, y que es 'católica a ultranza, pero sólo en el rito, no en el comportamiento'.
Ahora prepara una novela ambientada en el siglo XIX en el río de La Plata, 'cuando los ingleses invadieron la región', y el eje de la historia es la trata de esclavos.
Florencia Bonelli también es autora de las novelas 'Bodas de Odio' y 'Marlene'.
"Hay que quitarle la maldición a la novela rosa"
Era contadora pública, hasta que un libro despertó sus ganas de escribir. Hoy, aunque su novela "Lo que dicen tus ojos" está primera en la lista los títulos más vendidos en el género "Novela Romántica", Florencia Bonelli dice que no se siente escritora: "soy una lectora que escribe", afirma. Dispuesta a reivindicar un género, con reglas inquebrantables -como la que sostiene que el final de la novela tiene que feliz sí o sí y en donde la heroína tiene que quedarse con el muchacho-, asegura que las tapas de los libros románticos, "groseras, con hombres y mujeres semidesnudos" son los responsables principales de haber bastardeado el género. "El argentino te va a reconocer que lee a Borges, a lo mejor no lo entiende, pero jamás te va a decir: 'estoy leyendo una novela romántica que me tiene loco'", dispara.
Nació en la provincia de Córdoba, en 1971. S e recibió contadora pública y ejerció su profesión. Pero un día, shockeada por uno de los tantos libros de novela romántica que leyó, se lanzó a escribir. Hasta el momento lleva publicados "Bodas de odio" (1999), "Marlene" (2003) e "Indias Blancas" (2005, en dos volúmenes) y su última obra, que desde hace un tiempo se exhibe en los estantes destacados de las librerías y está primera en la lista los títulos más vendidos en el género novela romántica.
Todos sus libros transcurren en siglos anteriores y Florencia comenta que se debe a que "E l siglo XX, especialmente después de la Segunda Guerra Mundial, no es un siglo muy romántico. Es todo tan fácil ahora que no habría demasiados impedimentos ni conflictos para que los amantes se encontrasen. Porque un problema de las épocas pasadas era justamente la incomunicación, lo lejos que quedaba todo. Venir a Belgrano era como decir que te ibas a Europa", comenta.
"Lo que dicen tus ojos", fue el primer libro que escribió Bonelli, y el último en editarse. La editorial Alfaguara lo publicó bajo su nuevo sello "Manderley", dedicado exclusivamente a este género que día a día gana adeptos. Florencia Bonelli ya está trabajando en su próxima novela, que se desarrolla entre fines del siglo XVIII y principios del XIX.
La literatura argentina no me gusta, me resulta pesada
Presentó en el país su quinta novela, con la que se inicia un sello de novela rosa. En España, este libro ya vendió 9.000 ejemplares. Tiene foros de fans en Internet.
EN BUENOS AIRES. El sábado, sus lectoras le preguntaron por el destino de los protagonistas.
Yo no soy libre de escribir lo que yo quiera porque yo misma no lo leería. Jamás podría matar al protagonista, sería causarme una decepción a mí misma.” La que afirma esto es Florencia Bonelli, que el sábado presentó su quinta novela en la librería El Ateneo, en medio de un séquito entusiasmado de lectoras que se llaman a sí mismas “fans” de la novela romántica.
El final feliz, el conflicto amoroso como tema central, la linealidad del relato, la nobleza de corazón de los protagonistas son algunas de las reglas de un género que en los Estados Unidos factura 1.500 millones de dólares al año. Antecedente del culebrón, la novela sentimental sobrevive, desconsiderada por la crítica pero alimentada por lectoras fanáticas y reflotada por las editoriales por sus redituables resultados.
Lo que dicen tus ojos, la novela de Bonelli que inaugura el sello Manderley de la editorial Alfaguara, ya fue publicada en febrero de este año en España con una tirada de 7.000 ejemplares y tuvo inmediatamente una reimpresión de 2.000 más.
Sus novelas anteriores arrojaron cifras más que interesantes: Bodas de odio, publicada por Vergara en 1999, vendió 9.000 ejemplares en España y América latina; 1.800 de ellos, en la Argentina. Indias blancas 1, publicada por Plaza y Janés (Sudamericana), vendió 8.000 libros en el país y tuvo también su segunda parte. Marlene, que salió durante la crisis de la devaluación en 2002, fue la más castigada pero igual logró vender sus razonables 2.000 ejemplares, cuando en el país una tirada normal de una editorial importante es de 3.000 y las más chicas publican normalmente entre 500 y 1.500 ejemplares.
Con 35 años, contadora de profesión, Bonelli se define como una lectora apasionada de la novela romántica. Angelical, vestida con encajes color marfil, presentó su novela ante un auditorio compuesto mayoritariamente por lectoras que la acribillaban a preguntas sobre sus próximas novelas: “¿Cómo va a ser la continuación? ¿Van a tener hijos?”
Bonelli cuenta que se inició en la escritura a los 26 años, después de leer El sheik, de Edith Hull, publicada en 1922, sobre la que se filmó la película de Rodolfo Valentino. “Quedé impactada por su carga de erotismo. Me di cuenta de que yo también comenzaba a imaginar historias como ésa y mi marido me animó para que las escribiera.”
Su primera novela fue Lo que dicen tus ojos, que también transcurre en el mundo árabe. Pero en ese momento, la editorial quería algo histórico y publicaron Bodas de odio, ubicada en la época de Rosas. Ahora, Bonelli reescribió su ópera prima.
“Leí el libro con cierta prevención, por el caso de Gabriela Arias Uriburu, a la que su marido árabe no le deja ver los hijos. Quería saber cómo resolvías eso”, le dice una lectora. Otra comenta la desconfianza que existía acerca de que ella fuera una “escritora latinoamericana”, ya que todas aman a las norteamericanas.
En contacto asiduo con sus lectoras, que se encuentran en sitios de Internet, comentan sus novelas y le hacen desde sugerencias en la línea argumental hasta críticas de estilo —”prefieren un estilo más barroco y una me mandó una lista de palabras que no entendía”— Bonelli se declara lectora de las hermanas Bronté y de Jane Austen y seguidora de escritoras contemporáneas del género romántico, como Kathleen Woodwiss o Virgina Henley.
“La literatura argentina no me gusta, me resulta pesada. Cortázar, por ejemplo. ¡Un cuento con un personaje que vomita conejitos! Me dicen que es simbólico, pero ¿por qué tengo que entender yo ese simbolismo? No me gustan los libros que me hacen sentir idiota, me molestan”, confiesa, en sintonía con sus lectoras, y se dice partidaria de la transparencia y el final feliz. “Lo importante de estos libros es que te dejan como contenta. Ya es demasiado la vida real. Por eso tiene que haber un final feliz: cuando uno es un lector nato, te metés tanto en el libro que, si termina mal, te querés matar. Y yo quiero dejar un mensaje de esperanza.”
Florencia Bonelli:
«Si al leer un libro me produce la sensación de que soy idiota, lo dejo»
El amor y el romanticismo son los hilos de los que tira la autora para mover a sus personajes por el mundo de las grandes pasiones, del amor y del desamor.
MADRID. «Apostada en la loma que dominaba el maizal, Francesca pensó: «Siempre amaré este lugar, aunque pasen años, aunque nunca más vuelva a verlo»». No, no es una nueva toma de «Lo que el viento se llevó». Es el primer párrafo de «Lo que dicen tus ojos», una novela de la argentina Florencia Bonelli, la escritora romántica más popular en el país hermano.
Divas de la ópera que acaban en los tugurios de Buenos Aires («Marlene»); una irlandesa matrimoniada a la fuerza con el protegido de un déspota («Bodas de odio»); Laura Escalante, una gran dama enamorada de un indio; Nahueltruz («Indias blancas»); Francesca, una periodista que encontrará el amor entre los árabes («Lo que dicen tus ojos»), son el paisaje y el paisanaje retratado por esta novelista que tiene muy claro lo que hace desde la primera línea: «Hago literatura de entretenimiento. No hay otras pretensiones».
Rindámonos al amor, escribió Virgilio y también Florencia cae rendida ante las flechas de Cupido: «El amor es fundamental para las personas, tanto como el sol y el agua para las plantas».
Sonrisas y lágrimas, amores y desamores, sazones y desazones, los personajes de Bonelli tienen por costumbre meter baza en sus páginas. «Si no supiera que estoy muy cuerda pudiera pasar por loca, porque para mí mis personajes existen, y ellos mueven el hilo de los diálogos, por ejemplo, parece que hablan solos, por sí mismos. Cuando supe que a Borges y a Bioy les pasaba eso, me dije, no estoy loca, ya les pasó a otros». Y qué otros.
Y con la crítica, cómo se muestra Bonelli. Pues muy crítica, valga la evidente redundancia. «No todo el mundo está preparado para entender a Cortázar, a Borges, a Dostoievsky. La literatura tiene que provocar placer al lector. Si un libro me produce la sensación de que soy idiota, lo dejo, porque de idiota no tengo nada. Los críticos usan el mismo rasero para todos los libros por igual y eso es un error. Además, ni siquiera creo que los lean».
Empezamos por el principio, acabemos pues por el final: «...pasean del brazo bajo las palmeras del camino, se bañan en la piscina del caballo alado, se mojan los pies a orillas del mar Rojo, cenan en el jardín al lado de la fuente con nenúfares...». No me dirán que no es bonito.
Florencia Bonelli trabajaba de contadora pública, hasta que un libro despabiló su otra vocación: escribir historias de amor. Encabeza en los mercados de habla hispana la lista de los títulos más vendidos en el género "Novela Romántica" y próximamente será traducida al portugués. En esta entrevista aparece dispuesta a reivindicar un género, con reglas inquebrantables —como el final feliz donde la heroína se queda con el muchacho—, y a dejar en claro que para cumplir un sueño (como en sus libros), solo hay que proponérselo.
¿Por qué elegiste la novela rosa?
Porque, como lectora, es mi género favorito.
¿Qué enganche especial tienen las mujeres con este género? ¿Cómo lo notás?
La pasión que nos provoca este género está relacionada con la pasión que despierta el amor entre un hombre y una mujer y las vicisitudes que tienen que sortear para perfeccionar ese amor. Es difícil de explicar ya que lo que está involucrado en la lectura de un libro de este género es una cuestión sentimental y no intelectual. Lo noto permanentemente en los mensajes que me llegan de mis lectoras a mi casilla de correo, donde me transmiten lo que han experimentado mientras leen mis libros.
¿Cuando descubirste que querías ser escritora? ¿Como fue el proceso de toma de decisión?
Lo descubrí a los 26 años, después de leer un libro, una novela romántica, llamada "El árabe", de la novelista inglesa Edith Hull, que despertó en mí las ansias de escribir historias que conmovieran tanto como ésa. El proceso de decisión fue muy natural. Ya tenía una idea en la cabeza. Me senté y la escribí. Así nació "Lo que dicen tus ojos". Y, como estaba muy influenciada por "El árabe", el protagonista de mi primer libro es Kamal Al-Saud, un príncipe saudí.
Ingredientes infaltables en tus libros...¿Cómo se construye un éxito en este género?
Los ingredientes infaltables son:
1) los protagonistas (el héroe y la heroína) bien definidos, con personalidades interesantes, fuertes, con valores de nobleza.
2) una trama que, si bien puede tener muchos matices, gira en torno a la historia de amor entre ellos.
3) una ambientación histórica muy cuidada, para la cual realizo largas investigaciones.
4)un final siempre esperanzador. Creo que el éxito en cualquier ámbito de la vida se construye a fuerza de tesón, perseverencia y ganas de perfeccionarse cada día más.
¿El género en sí, es un género por el que no se reciben muchos premios? ¿por qué crees que es así?
En Estados Unidos, hay varios certámenes con premios para la novela romántica. En Argentina no. Supongo que tiene que ver con el poco desarrollo que tiene este género en el mercado literario argentino.
¿Qué hacés cuando no escribís?
Si no estoy escribiendo, me dedico a investigar para la novela que tengo en mente. Mi pasatiempo favorito es leer, por supuesto. También disfruto mucho la compañía de mis amigas, que son todas lectoras y algunas, escritoras.
¿Cómo es el proceso de creación? ¿Como nacen tus personajes? ¿Y la trama?
El proceso de creación es difícil de explicar porque, sobre todo, es caótico. Nunca sé cómo ni cuándo surgirá la próxima idea; quizá con un comentario que recibo, una imagen que veo, una canción que escucho, una anécdota que me cuentan, o simplemente, nacerá en mi mente. A partir de la idea, no puedo dejar de pensar en las escenas, en los personajes y en la trama que irán dando cuerpo a la nueva novela. Debo tener a mano papel y lápiz porque las ideas van y vienen como estrellas fugaces, y si no las anoto, corro el riesgo de olvidarlas.
“No podría escribir novelas románticas sin erotismo”
Vino a Lima para presentar su libro Malena, relato de un amor imposible a comienzos del siglo XX en el barrio argentino de La Boca, en una atmósfera de tango. Florencia Bonelli era contadora y hoy es la abanderada de la novela rosa, género que espera revitalizar.
"Trabajé muchos años como contadora, hasta el 2005. Yo trabajé en un organismo público, estaba especializada en la parte contable. Trataba de ser una burócrata con una sonrisa. Después lo dejé todo para dedicarme a escribir", cuenta.
¿Cómo llegó a escribir?
Toda mi vida he sido lectora compulsiva. Nunca salgo de mi casa sin un libro en la cartera, porque no sé en qué momento me agarra una cola en el banco, en el metro, en el bus. Pero en el año 97 leí un libro que me conmocionó. Era una simple novela (alza los hombros), nada de Borges ni de Cortázar. Era de una inglesa, Edith Hull, El árabe, y disparó en mí un montón de escenas y me puse a escribir. No por nada mi primer libro es protagonizado por un árabe.
¿Qué escribía? ¿A qué hora?
Escribía Lo que dicen tus ojos, mi primera novela. Lo hacía cuando volvía de trabajar. Luego de hacer las cosas de la casa, hacía la cena para mí y para mi novio en aquel momento, lavaba los platos y, después, me sentaba a escribir. En 2001 la volví a escribir, teniendo ya técnicas que había aprendido de un profesor escritor.
¿Fue frustrante conseguir editorial?
Fue difícil. Yo soy de tendencia pesimista, aunque en esto pensaba que debía seguir. Pero, a veces, derramé lágrimas.
¿Y seguía trabajando?
No. En el 97 le dije a mi novio que quería dejar de trabajar para dedicarme a esto y él estuvo de acuerdo en asumir los gastos. Pero, en 2005, como no ganaba un mango, volví a trabajar como contadora, en el Ministerio de Economía.
¿Qué sintió al volver a la oficina?
Lloré, literalmente. Pero me tocó trabajar con linda gente. Fui feliz trabajando un año, porque después me llamó el sello Suma para que me dedicara a escribir. Desde entonces, el tema va en aumento.
La novela rosa es menospreciada por escritores y críticos.
No me importa. Es como si dijera que no le gusta el pescado. No lo coma. Pero lo que hay que transmitir a la gente, y especialmente a los niños, es que la literatura es un entretenimiento y punto. Si un libro aburre, se busca otro. Siempre hay un libro importante que, en algún momento, entra en la vida de la gente. Prefiero que los chicos lean en vez de estar estupidizados con el PlayStation. Pero, en el colegio, los profesores se empeñan en que detestemos la literatura dándonos a leer La celestina, el Mio Cid y el Quijote.Son obras maravillosas, pero es como darle caviar a un bebé, que solo come papilla. Con mis novelas quiero que muchas mujeres descubran la novela rosa porque no la conocen.
¿Cómo así? Los relatos de Corín Tellado salían en Vanidades, ¿no?
Confieso que no la he leído, pese a que la admiro. Pero en las librerías no venden sus libros. Lo que pasa es que el género se autobastardeó. Como fue dominado por el mercado norteamericano, las tapas de los libros parecían de Playboy. Daban vergüenza. Yo veo a mujeres en el metro leyendo libros con tapas forradas y sé que están leyendo novelas rosa porque ¡yo misma he forrado esas tapas! Y las novelas son bellísimas. Generalmente son históricas. Lo otro es que el género ha sido denostado por sectores conservadores, debido a la presencia del erotismo, y por racionalistas, que consideran que son lecturas para estúpidas romanticonas.
¿Cómo aborda el erotismo?
No podría escribir una novela romántica sin erotismo. Sería como un noviazgo sin besos. Hay mujeres a las que les choca –y hablo de jóvenes–. Bueno, les digo, sáltense esa parte. No se van a perder nada de la trama. La parte erótica es el resultado del amor y, por eso, a las mujeres nos gustan tanto esas partes. No estamos escribiendo erotismo por erotismo, ese es otro género.
¿Cree que la novela rosa refuerza el esquema de la chica en su casa?
No. Mis novelas y las que leo no son así. Más bien, las protagonistas son fuertes; generalmente se salen con la suya, y el amor no es mezquino: ella quiere que él viva plenamente, y él quiere que ella lo haga también. Mi esposo me dijo: “Déjalo todo y ponte a escribir, yo pago”. El hombre y la mujer no estamos en contra, estamos juntos. Hay quienes piensan que la novela rosa es machista, pero eso lo dice gente que nunca la ha leído.
¿Así acaban sus novelas?
¡Final feliz, obviamente! Nunca jamás escribiré un final triste. Soy una lectora que escribe. Una novela romántica con final triste la tiro por la ventana.
Via: peru21.pe
"Joyce, Kafka y Borges eran únicos, lo que yo hago es literatura de entretenimiento"
Florencia Bonelli, nacida en Córdoba pero radicada en Buenos Aires, publicó recientemente su quinta novela “Lo que dicen tus ojos” que ha logrado posicionarse en el quinto lugar entre los libros más vendidos. Es una autora que se dedica a la novela romántica y que tiene un vínculo muy cercano con sus lectoras que la siguen de sus trabajos anteriores como “Bodas de odio”, “Marlene”, “Indias blancas” e “Indias blancas II: la vuelta del ranquel”.
Florencia Bonelli se define como una escritora de novelas románticas, como una lectora que tiene preferencia por las novelas románticas y como una mujer absolutamente romántica. Basta con leer sus novelas “Bodas de odio”, “Marlene”, “Indias blancas” y “Indias blancas II: El regreso del ranquel” para descubrir esa naturaleza que vuelve a resurgir en su nuevo libro “Lo que dicen tus ojos” que está ubicado en el quinto lugar de los textos más leídos.
La historia argentina le ha servido como marco para relatar amores y odios, pero ahora con esta creación la autora va más allá de estas tierras y traslada al lector al exótico mundo árabe.
Por estos días viene realizando una gira promocional por Rosario y Córdoba (ésta es además su ciudad natal) pero todavía se sorprende al verse tan bien posicionada en el ranking de las ventas, algo muy difícil para un texto enmarcado en un género que suele ser poco valorado por los críticos. Nada de eso intimida a Bonelli a la hora de escribir, y en diálogo con La Mañana ofreció algunos detalles de “Lo que dicen tus ojos” que si bien es la quinta novela que publica, fue la primera que escribió hace casi unos 10 años atrás.
- ¿Qué sentís cuando ves que tu novela está en el quinto lugar de los libros más vendidos?
- Para mí esta es una satisfacción muy grande, máxime cuando veo que arriba mío hay unos gigantes como Isabel Allende o Vargas Llosa. La verdad es que no lo puede creer, en mi vida jamás pensé que me podría pasar una cosa así, porque además yo trabajo con un género que es literatura romántica. Que el libro esté posicionado ahí es un sueño del que no caigo. Algo que agradezco profundamente a Dios, porque no creo ser meritoria de esto, te lo digo con sinceridad.
- ¿Por qué elegiste un escenario como Arabia para esta historia?
- ¿Qué antojadizo no?, pero tiene una explicación. Este es mi primer libro, lo escribí en el año 1997 y no lo pude publicar. Hace dos años lo reescribí todo, porque te podrás imaginar que en todo este tiempo uno avanza muchísimo. La historia es la misma pero con un estilo pulido. La historia nació porque ese año leí un texto que me marcó profundamente que es “El árabe” de Edith Hull, una novelista inglesa de principios del siglo XX. Si bien las historias son muy distintas, era tal la influencia que yo tenía en ese momento de esta novela que a partir nació Kamal, que es el personaje masculino de “Lo que dicen tus ojos”.
- ¿Y cómo hiciste la reconstrucción de ese país, del contexto, de la situación social, de las costumbres?
- El mundo árabe, en especial Arabia Saudita, es muy cerrado, porque dentro del Islam ellos pertenecen a una secta que es la de los Guajabitas. Es un país que no se abre mucho, no cualquiera puede ir a Arabia Saudita, te dan la visa si alguien te invita o te contrata una empresa. Yo para investigar fui a la Embajada de Arabia Saudita en Buenos Aires, y en un ventanuco de una puerta me dieron unos folletos. Yo quería que me permitieran entrar a la biblioteca, pero no pude, y bueno los folletitos me sirvieron de algo aunque a la par de mi avidez no era nada. Investigué a través de las enciclopedias, las bibliotecas, pero de las costumbres de hoy hay poco y nada. Quizá ahora se está abriendo un poco más que antes... También hubo mucho de imaginación, imaginaba cómo serían estas ciudades. Además Internet ayudó bastante...
- ¿Vos no viajaste allá entonces?
- No, para nada, yo no podría ir aunque quisiera. En el año 1997 era difícil y arduo hacer esta investigación, y la imaginación jugó un papel importante en todo eso.
- Siempre en tus novelas los personajes masculinos y femeninos están enfrentados porque vienen de mundos muy diferentes, incluso los hombres provienen de ámbitos bastante machistas, y además tantos unos como otros son muy fuertes en cuanto a su carácter. ¿Eso es lo que le da el componente esencial a tus novelas, incluyendo esta última?
- A mí me encanta jugar con eso, y creo que traigo de Córdoba esa cuestión de las aristocracias, de lo clasista que es muy cordobés. En cuanto a los personajes, creo que hay bastante del hombre machista, pero la mujer va ganado lugar... Nos necesitamos los unos a los otros, tenemos que encontrarnos en algún punto y eso es lo que a mí me gusta mostrar. El hombre y la mujer son diametralmente opuestos, todavía me resulta raro que siendo tan distintos no nos hayamos extinguido un género al otro, pero la naturaleza nos hizo así, complementarios. Finalmente el verdadero amor, es el que logra que triunfe la esencia humana.
- ¿Escribirías otras cosas que no estuvieran dentro del género de la novela romántica?
- ¿Sabés que pasa? es que a mí no se me vienen a la cabeza otras historias que no sean románticas. Soy tan romántica, y no ahora sino que desde que era chica, cuando fui a ver “La cenicienta” de Walt Disney sentí una gran emoción, después me pasó algo similar cuando leí “Jane Eyre”, es algo que está en la fibra íntima en mí... En “Marlene” metí una asesina serial pero no quiere decir que sea un libro policial, o cuando utilizo la historia como contexto no quiere decir que sean novelas históricas.
- ¿Has sentido un estigma por parte de críticos y escritores por el hecho de dedicarte a un género que suele ser subestimado en el campo literario?
- Es difícil escribir novelas románticas en el ámbito hispano parlante. Hay muchos prejuicios, hay quienes dicen que no es literatura, y la verdad es que si yo no hago literatura a mi no me interesa. Yo hago lo que hago y soy feliz haciéndolo, y que cada uno le ponga el título que quiera. Hay millones de personas en el mundo que compran novelas románticas, y eso quiere decir que algo pasa con el género. Los que creen que la literatura pasa solamente por los grandes, y consideran que este género es malo, no me interesan. Lo que me interesa es lo que me dicen mis lectoras por email, o cuando me junto con ellas. Las lectoras me dicen que mis libros las hacen felices, que a partir de estos han investigado cuestiones históricas, y con eso para mí es suficiente... Joyce, Kafka, Borges eran únicos, lo que yo hago es literatura de entretenimiento no hay ninguna otra pretensión, y por lo menos lo tengo claro.
- ¿Como lectora también tenés preferencia por la novela romántica?
- Mi favoritismo va para la novela romántica, pero en mi biblioteca hay de todo.
- ¿Por qué publicaste primero “Bodas de odio” antes que “Lo que dicen tus ojos”?
- Porque la editorial, en su momento, me dijo que prefería una novela histórica, esta era muy moderna ya que transcurría en el siglo XIX. Y como estaba haciendo “Bodas...” que era en el tiempo de Rosas me dijeron que presentara esa. Después vinieron las otras, y ésta fue quedando pero cuando Santillana me convocó les comenté que tenía una novela inédita, como para ofrecerles algo, y bueno acá esta ahora “Lo que dicen tus ojos” que ha logrado ponerme entre los más vendidos, una sorpresa abrumadora. Te diría que estos dos personajes, Kamal y Francesca han convivido conmigo todos estos años, ya no son de ficción sino reales.
- Vos tenés una relación muy cercana con tus lectoras, ¿cómo es ese vínculo?
- Para mis lectoras, al igual que para mí, mis personajes viven. Las lectoras de novelas románticas son muy particulares, son las lectoras que a todo editor o escritor le gustaría tener. Compran de todo, hasta 5 libros por mes, escriben mails al escritor, al editor, piden que se publiquen los libros... Son de una fidelidad increíble, y en los foros que comparto con ellas veo se disputan a los personajes, por ejemplo se pelean por Nahueltruz que es el protagonista de “Indias Blancas”. Hay mujeres de todas las edades, profesiones, y todas nos peleamos por estos hombres como si fuéramos adolescentes. Para el escritor este es un proceso maravilloso, y yo me tomo el trabajo -bah! no es trabajo sino un gusto- de trabar amistad con mis lectoras. A veces ellas se reúnen en alguna confitería, me invitan a participar y yo trato de ir, a muchas las conozco personalmente, a todas las que me escriben busco la manera de contestarles... Cada vez que recibo un mail de mis lectoras yo toco el cielo con las manos.
"Los hombres también leen novelas románticas"
Por Emanuel Rodríguez / Especial
Una mujer escribe en un foro de lectoras: “Leo novela romántica, porque me gusta, y ni soy una ñoña, ni una maruja, ni una desesperada de la vida. Considero que ya hay bastantes males en este mundo como para encima leer cosas desagradables o que te dejen baja de ánimos”. A la cruzada se le suma otra lectora que dice “leo novela romántica porque me entretiene, me llena, me relaja, me divierte, me hace soñar, me ilusiona, me levanta la moral, me motiva, me enseña”. En pocos días son más de mil las mujeres del foro que responden el porqué de las novelas de amor.
Quien contesta ahora la pregunta, desde su estudio en Buenos Aires, es la escritora cordobesa Florencia Bonelli, que mañana presentará en Córdoba su novela Lo que dicen tus ojos, el primer título de Manderley, un sello del grupo Santillana exclusivamente dedicado al género rosa.
–¿Por qué te decidiste por la novela romántica?
–Por una cuestión de gustos. Es el género que sigo desde que tengo uso de razón. Incluso desde antes de aprender a leer. Siempre cuento que no hubo nada que afectara más mi infancia que la Cenicienta de Walt Disney... y el primer libro que leí y me marcó para siempre fue Jane Eyre, de Charlotte Brönte. Las películas y las novelas románticas siempre me emocionaron mucho más que cualquier otro género. Ninguno me llega tan profundamente, ni me toca tan íntimamente. Y no puedo explicar lo que amo: me encanta este género, y no se me vienen a la mente otras historias que no sean románticas.
Contra los prejuicios
Florencia Bonelli es, en el cada vez más grande mundo de la literatura de tema amoroso y final feliz, una de las escritoras más reconocidas. Ha escrito Marlene e Indias Blancas I y II. Y sabe que el ambiente literario no es nada amable hacia el género que ella defiende a capa y espada.
–¿Cómo te llevás con los prejuicios que hay en torno al género romántico?
–Los prejuicios son terribles. A mí siempre me dicen que no soy novelista romántica, que más bien hago novela histórica. Me lo dicen como si fuera un elogio... y yo les digo que no, que por más que suelo situar la acción en un ambiente histórico, lo que yo escribo es novela romántica. La gente cree que si leés novelas románticas sos una simplona, una idiota, que no tenés nada en la cabeza, que sos poco culta... También el género hizo bastante para que lo tuvieran en mal concepto, en la década del '90 las portadas de los libros eran de terror, no aportaron a que el género ganara un poco de respeto. Pero más allá de eso, se tiende a pensar que la novela romántica es de segundo nivel. Yo no podría escribir otras novelas, así que si hay prejuicios, tengo que luchar contra ellos.
–¿Qué aportan las novelas románticas?
–En mi caso, leyendo novelas románticas he aprendido muchísimo de historia, de costumbres, y mi vocabulario se ha enriquecido enormemente. Es una lástima que porque haya prejuicios, otras mujeres se priven de disfrutar de eso.
–Como escritora, ¿qué desafíos te plantea el género?
–Fundamentalmente el desafío de mejorar día a día... cada vez quiero escribir mejor, que la lectura sea más fluida, no recargarla tanto de adjetivos ni de adverbios, llegar a un registro más ligero pero con mucha acción. Y claro, el desafío más grande es crear historias que se queden para siempre en la mente de mis lectoras.
–¿Por qué cuando hablás del público lector decís “lectoras” y no “lectores”?
–Porque yo escribo para mujeres. Pero quizá eso esté mal. Debería pensar que escribo para mujeres y para hombres. De hecho, tengo lectores hombres que me escriben por mail y que están encantados con mis novelas.
–Hay un prejuicio de tu parte...
–¡Claro! Digo que escribo para mujeres y me estoy cerrando a que un montón de hombres disfruten la novela y pasen un lindo momento. Es parte del prejuicio que te lleva a pensar que a la novela rosa sólo la leen mujeres estúpidas. Hay hombres que las leen pero no te lo van a reconocer ni bajo tortura... sin embargo yo tengo muchos lectores que me escriben. Lo llamativo es que, tal vez para no mostrar sus lados sensibles, los hombres destacan más los aspectos históricos de mis novelas, y las mujeres destacan más la trama romántica. Indias Blancas, por ejemplo, fue comprada por muchos hombres porque estaba catalogada como novela histórica... pero yo me juego la cabeza a que ellos también disfrutaron la trama de amor.
" Lo que más me gusta de mí es mi avidez por el conocimiento y mi amor por los libros. "
Es una talentosa escritora argentina, autora entre otras de: Indias Blancas, Indias Blancas, la vuelta del Ranquel y Lo que dicen tus ojos y además una entusiasta lectora de este género, agradecemos a Florencia Bonelli la gentileza de responder a nuestras preguntas.
- Empecemos por tus primeros pasos, cuando eras una niña, ¿a qué soñabas dedicarte?
De muy niña sólo pensaba en jugar, nunca me preocupaba qué quería ser. Después, de más grandecita, pensé en ser desde monja hasta azafata, pasando por los oficios más clásicos como maestra o profesora.
- Sabemos que sos una entusiasta lectora, pero, ¿qué otra cosa te gusta hacer en los ratos libres?
Me encanta hacer largas caminatas con mi esposo y tomar el té con mis amigas. Si mis sobrinos viviesen en Buenos Aires, estar con ellos sería otro de mis pasatiempos favoritos.
- ¿Con qué heroína de novela te identificarías? ¿Cuál es tu protagonista masculino de novela romántica predilecto? ¿Por qué la elección en ambos casos?
La verdad es que no me identifico con ninguna heroína, no porque no la haya encontrado sino porque simplemente no busco identificarme con ellas. La pregunta podría ser: ¿cuál es tu protagonista favorita? Amo a Anne Elliot de Persuasión (Jane Austen) por su dulce disposición y por su absoluta incapacidad para albergar rencor. Y de entre mis protagonistas femeninas, me gusta Laura Escalante (Indias Blancas), por su valentía y su seguridad en sí misma.
En cuanto a los personajes masculinos, siento predilección por Ahmed Ben Hassan, de El árabe (Edith Hull) y por Ruark Helford de El pirata y la pagana (Virginia Henley). Son mis favoritos porque son hombres de contrastes: duros, pero suaves y amorosos con la mujer que aman; mundanos, pero fieles a su amor; de gran fortaleza física y emocional, pero delicados y vulnerables cuando de su mujer se trata.
- ¿Qué opina la gente que te conoce desde siempre (familia, amigos) de Florencia Bonelli como escritora? ¿Leen tus libros, te dan su opinión?
Cuando mis amigos y parientes se enteraron de que me dedicaba a escribir, se quedaron muy sorprendidos; para ellos yo era un contadora pública, muy racional y seria. Ahora ya se acostumbraron a la idea y están felices porque se dan cuenta de que yo estoy feliz, pero como en general no son muy afectos a leer, no leen ni siquiera mis libros.
- ¿Qué te entristece?
El dolor ajeno, además me provoca un profundo sentimiento de impotencia.
- ¿Qué te dibuja una sonrisa?
Los niños, sin duda.
- ¿Cómo es Flor enojada?
Es como una tormenta de verano, por lo intensa y porque se pasa rápido.
- ¿Cuál es tu mejor virtud como amiga?
Mi entusiasmo y buen humor.
- Tu color.
El azul.
- Plato preferido.
¿Uno solo? ¡Son tantos! Me encanta comer. Carré de cerdo al horno con puré de manzana.
- Un perfume.
Organza de Givenchy.
- Ropa…
La super clásica. Mi estilo favorito es el de Chanel.
- Una película.
La Cenicienta de Walt Disney.
- Una canción.
Oda a la alegría (cuarto movimiento de la Novena Sinfonía de Beethoven).
- Un lugar.
Buenos Aires.
- Un libro.
El árabe de Edith Hull.
- Una flor.
La camelia.
- Tu mejor estrategia de seducción.
Mostrarme tal cual soy.
- El mejor elogio que recibiste.
“Sos re buena, tía Flor”.
- Un momento para el recuerdo.
El día de la presentación de mi libro Indias Blancas-La vuelta del ranquel en la librería Cúspide de Galerías Pacífico (8 de octubre de 2005).
- Un hombre especial.
Sin duda, Miguel Ángel Gallo, mi esposo.
- Lo que más y lo que menos te gusta de vos misma.
Lo que más me gusta de mí es mi avidez por el conocimiento y mi amor por los libros.
Lo que menos me gusta de mí: ¡uy, tantas cosas! Pero todas tienen un origen común: ser miedosa e insegura.
- Viajemos en el tiempo, ¿cómo imaginás a Flor dentro de muuuuchos años?
Escribiendo.
- Por último: sin revelar nada fundamental por supuesto, ¿nos regalás una pequeña perlita de tu próxima obra?
Él, nacido bajo el signo de Escorpio, es pura pasión, y nada escapa a su dominio.
Ella es conocida por su dulzura y su amor hacia los más débiles.
Al conocerla, él se preguntará: “¿Quién es esta mujer que no me teme ni me admira?”
Excelente perlita, Flor!!! comenzamos a prepararnos para esta próxima obra.
Una vez más, gracias por respondernos, te enviamos un abrazo.
Fuente:Naty y Nebe Gauchas Románticas
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