La relación por correo electrónico entre un hombre y una mujer, ágil, divertida y plagada de suspense, vertebra Contra el viento del Norte de Daniel Glattauer.


Pregunta. ¿A qué cree que se debe el éxito de su obra?

Respuesta. «Creo que se adecua a los tiempos que vivimos. Mucha gente usa los correos electrónicos, se identifica con este intercambio epistolar. El libro es fácil de leer y muy positivo, aunque algunos aspectos sean tristes, pero, en su totalidad, motiva a aquellos que no han encontrado al compañero de su vida y les anima a entablar una relación.»


P. ¿De dónde sale este argumento?

R. «La iniciativa de una relación por correo electrónico se me ocurrió cuando ya estaba escribiéndola. Comencé a escribir una historia de amor de la que no tenía idea en qué sentido iría, pero sí sabía que sería un triángulo amoroso con marido. Ideé que podrían haberse conocido por casualidad debido al envío de un correo electrónico a una dirección errónea y luego, abandonar ese formato por el relato clásico. Pero llegué al final sin la sensación de que debía abandonar esa estructura... además, me lo pasaba muy bien escribiendo y me interesaba tanto lo que sucedía que sentí que el lector iba a experimentar lo mismo.»


P. ¿Cree usted, como Gabriel García Márquez, que las primeras líneas de un relato son esenciales para enganchar al lector?

R. «Sí. Un libro no puede aburrir y está prohibido hacerlo en las dos primeras páginas.»



P. ¿Por qué pensó en una forma tan innovadora, en un género epistolar contemporáneo, como es el de los correos electrónicos?

R. « Me gusta la comunicación muy corta y muy clara, y eso lo permiten los correos. Por mi labor de periodista, hace mucho tiempo que los utilizo. El desafío y lo interesante para mí era que ambos protagonistas valoraran un estilo de lenguaje cuidado.»



P. Ha cambiado Internet nuestra forma de comunicarnos?

R. «Creo que sí. Antes se escribían cartas, que exigían mucho esfuerzo y tiempo, y no se centraban en la manera de expresarse, pero con los correos electrónicos el lenguaje ha adquirido una importancia mayor y si, además, los que se escriben no se conocen, la fantasía pasa a ejercer un papel relevante y se puede ser emocional en la expresión.»


P. ¿Qué tal se maneja usted con Internet?

R. «Me doy por satisfecho con dominar el programa Word para escribir.»



P. La historia parece transcurrir en Viena o en cualquier caso en Austria, donde apenas hay viento del Norte, en comparación al viento procedente del Oeste. ¿Por qué lo eligió entonces? ¿Tienen Leo, el protagonista, y sus correos un efecto calmante frente ese viento del Norte que no deja dormir a Emmi, la protagonista?

R. «Es una pregunta que, curiosamente, nunca me han hecho. El título lo elegí leyendo el manuscrito mientras buscaba un título sonoro que tuviera que ver con el sentido de la obra y había una corta escena en la que Emmi se refiere a su dificultad para conciliar el sueño cuando azota ese viento. Viento del Norte es un nombre bonito, sonoro, y evoca el frío. Cuando alguien tiene un efecto positivo contra el viento del Norte es que puede dar calor. Consideré que era una metáfora de que Leo era realmente bueno contra él» [el título original, en alemán, Gut gegen Nordwind es Bueno contra el viento del norte].



P. Algunos críticos y lectores le reprochan el abrupto final, ¿por qué lo escribió así?

R. «Porque encaja en el desarrollo de la novela y no sería así si Leo y Emmi se hubieran conocido personalmente. Después de tantas quejas, decidí hacer la segunda parte, Cada siete olas.»[más de 350.000 ejemplares vendidos hasta febrero en alemán y que se publicará en español en noviembre].



P. Después de este libro y de su continuación, escrito en el mismo estilo que el primero, será difícil hacer algo diferente?

R. «Sí, lo es. El formato de los correos electrónicos está descartado porque no se puede repetir hasta la saciedad una idea, aunque haya sido buena. Estoy aún tan involucrado mentalmente con estas dos novelas construidas a base de correos que todavía no he comenzado a escribir una obra nueva, pero planeo hacerlo este verano. Será seria y entretenida. Versará sobre las relaciones humanas, las relaciones de amor. En otoño publicaré un libro de carácter pedagógico, Theo, Antworten aus dem Kinderzimmer (Theo, respuestas de la habitación infantil) que trata de las vivencias de un descarado niño de tres años. Lo escribí en 1997, y ahora lo he reescrito ahora y hemos introducido algunos cambios de presentación.»

Entrevista realizada por Gloria Torrijos (Viena - 03/07/2010) para El País






Declaraciones recogidas por EFE y Europa Press 16-nov.-2010 a su llegada a Madrid


«Creo que escribí la novela adecuada en el momento más oportuno», destaca Daniel Glattauer. «Para mí la historia había acabado en la primera novela pero empezaron a llegar por Internet cientos de peticiones de lectores, sobre todo mujeres, para que escribiera el final de la historia».


Las casi 500 páginas de Cada siete olas y Contra el viento del norte, Glattauer configura a través de correos electrónicos una historia de amor de más de dos años que engancha al lector. En cada mensaje va descubriendo el desarrollo de la pasión virtual dependiente entre sus dos personajes, Emmi Rothner y Leo Leike.



Emmi Rothner, «es la mezcla de unas quince mujeres que yo conozco muy bien, una mujer descarada y emancipada como muchas chicas».

A Leo, psicólogo del lenguaje, «lo quise hacer más sensible, el tipo macho me aburría». «Creo que he construido un personaje mucho más interesante que yo mismo».

Literatura «fácil de leer pero no superficial». Los mails «pueden ser tan cuidados y complejos como una carta o un poema».

«Los correos de mis libros añaden ese componente emocional y creo que por eso han tenido éxito. Los lectores se sienten reconocidos en esta forma de comunicación».
«Gracias a la inmediatez de Internet se han abierto nuevas posibilidades de comunicarnos, pero existe el peligro de evitar el contacto personal; lo mejor es el cara a cara», advierte.


El Amor e Internet...

«Claro que es posible enamorarse por Internet. En los mails hay magia de por sí.»

«El amor es la fuerza motora que mueve el mundo. Todas las personas disfrutan siendo amadas y sí este libro también muestra la dependencia de las tecnologías.»

«Las relaciones a distancia o vía Internet, se 'nutren mucho de la añoranza' y contribuyen a que los momentos de los encuentros sean más esperados e imaginados. Un primer encuentro puede conseguir que una relación así se derrumbe como un castillo de naipes».

«Yo no quería construir personajes inalcanzables que fueran modelos; yo quería que el lector se reconociese en cada uno de ellos.»



2 comentarios:

LadyMarian

Bueno, dejo otra vez mi comentario porque se me borró! :(

"El desafío y lo interesante para mí era que ambos protagonistas valoraran un estilo de lenguaje cuidado."
Creo que éste es uno de los logros del libro. No hubiera sido lo mismo si el contacto a través de internet hubiera sido por medio del chat. Los mails dieron la posibilidad de introducir un matiz intelectual, de reflexionar qué tiene de especial esta relación y cuáles son los peligros de pasar al vínculo en persona. El libro consigue conmover y a su vez ser un estímulo en lo intelectual. Promueve preguntas: Quién está del otro lado de esa computadora? Es una fantasía simplemente? Encontrarse es destruir esa fantasía?

El final abrupto es una de las mejores cosas del libro. Yo creo que el impacto del libro está, en gran parte, por ese final que deja al lector inquieto, pensando. El segundo libro me intriga, pero no creo que sea indispensable porque el otro es "incompleto". "Contra el viento del norte" me parece redondo así como está. Claro que el lector que busca la típica novela romántica se puede sentir desilusionado porque no sigue esos códigos... por suerte!

Muy interesantes las entrevistas! Me encantaron!

Besos

Lujo

Muchas gracias Lady!!!
Abrazotes enormes!

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