Feria del Libro o Firmas de autores - Guía definitiva

El día del Libro, 23 de abril, y Sant Jordi es el punto de partida del resto de ferias, convenciones literarias a gran escala.

¿Qué ocurre en estas firmas, ferias, "Sant Jordi"?

1. Los papeles se reparten:

- El lector curiosea, elige, pregunta y paga.
- El autor sonríe, dedica (o no) su libro. En este punto cabe reseñar que puede ser objeto de envidia de colegas que tengan colas interminables con un tipo de público muy lindo.
- El librero se multiplica, calcula, sufre y devuelve el cambio.

Si ese día estás en Barcelona encontrarás paradas de venta de rosas "piratas" ante las de los floristas oficiales que pagan sus impuestos. Sí, la piratería floral ese día es imparable con parados, buscavidas, estudiantes, cooperantes, mafiosos, pícaros y distintas variantes de intrusismo y competencia desleal.


2. Para crear el efecto de dinamismo comercial las librerías acumulan novedades y autores.

- El día antes, si es necesario, tienen en los estantes las novedades.
- Ya pactado previamente con la editorial, colocan los autores en sus respectivas mesas y sillas (bien identificados) y turnándose en las firmas: Carme Riera, Moccia, Manuel Rivas, Elvira Lindo....
Si falta espacio, los firmantes se juntan en una especie de carpas-corrales entre los que se cruzan botellines de agua mineral, cordialidad y sonrisas gremiales.



******Ante esta idílica postal está el ambiente del lector que pasea por la zona donde he escuchado cosas como:


- "Por Dios, ¡qué fea es! ante Rosa Regàs, añadiendo su acompañante "Está muy arrugadita".

- Unas señoritas ante Moccia diciendo a grito tendido ¡Quiero un hijo tuyo!.

- "¿Va vestida como un vampiro?, ¿tendrá algo que ver con ellos?" comenta una joven que iba con su pareja cerca de la treintena y a la que una servidora le contesta "Sí, es Claudia Gray".

- "Mira, Valérie Tasso. Ésa es la protituta que escribe sobre su vida" comentan detrás de mí un grupo de señoras rondando la cincuentena.

- "Oh, es escantador. ¡Qué ojos tiene!. Si pudiera me acostaba con él" comentaba una amiga a otra después que Manuel Rivas les firmara un libro y hablara con ellas en el FNAC del Triangle.

- Isabel-Clara Simó gritando en el "corral" de Bertrand: "Eh, Cullell, ¿eres tú?" "¿Dónde está mi silla?".

- "Mira, Marius Serra ¡qué guapo!" decían a mi espalda.

- Gente que no quería saber nada de Miquel Roca (uno de los padres de la Constitución Española) que como nadie quería su firma hablaba de forma estirada con "el que le ha escrito el libro".

- Alguna chica de la editorial avispada y pizpireta que bromeaba con los lectores diciendo frente a Najat El Hachmi que si era necesario le daría un masaje para que siguiera firmando (Librería Bertrand).

- Niñas de unos 20 años llevando rosas a Mathias Malzieu.

- Personas que estaban enterradas entre más gente que querían ver en vivo a Eduard Punset, hasta cortaron la circulación pues más personas acudían a verlo por la zona lateral del lugar donde firmaba.

- "Ostras, es como Piqué pero en guapo" (Aleix Saló) frente a la carpa de Norma Cómics. Aseguro que lo era...


(Los destacados dibujantes Picanyol, Álex Sierra, Aleix Saló)

• Puñaladas entre escritores

Opción 1:

Si el escritor no firma puede empezar a lamentarse en voz alta de forma que logra culpabilizar al que sí está firmando, mientras se denigra a sí mismo ("Siempre me toca con un famosete", le cuenta por teléfono a un amigo de manera que el presunto famosete pueda oírlo).

Opción 2:

Si el de al lado no firma muchos ejemplares puedes empezar a tener conversaciones de todo tipo; priman las filosóficas o de gentileza vs. afirmaciones sangrantes en forma de ofensa indefinida por algún viejo rencor.

(Luis Racionero, Rosa Regàs y un comentarista de Fórmula 1)

3. Prohibido creerse las listas de libros más vendidos.

Ya había voces en contra de listados oficiales. Uno de los motivos es que se cuentan los libros que se distrubuyen a los libreros, pero NO los que se devuelven. (Por más que se lo he querido sacar a un distribuidor no he sacado nada claro).


• Los editores experimentados ponen el radar a funcionar para hacer cálculos que concluyen en "Veo más gente que bolsas".

Cualquier feria del libro que se precie ha que tener el merchandising correspondiente con globos, figuritas variadas para la ocasión...

De todas formas un libro firmado por un autor no siempre culmina en su rápida lectura, puede quedar abandonado en la estantería por aquello que "ya lo leeré más adelante".