La segunda historia del Comisario Adamsberg que muestra, y casi centra, la especial historia de amor entre él y su eterna Camille que se conocen desde hace unos 10 años. Una relación particular, peculiar y no exenta de un sentimiento romántico.
Como dice Camille, Adamsberg es un tipo diferente, especial, con talento, de unos 45 años...
«En Adamsberg, el pensamiento no implicaba necesariamente la acción. Entre uno y otra, el espacio de la ensoñación absorbía gran cantidad de pulsiones.»
Hilvana un mundo de leyendas, certezas, sueños e investigación donde deja de lado al equipo de investigación del comisario para centrarse y entender una peculiar historia de amor eterna y fundamental que arrastra los futuros libros sobre Adamsberg.
De sus obras es la que más se centra en el personaje de Jean-Baptiste y su universo interno en el que deambula, entre otras cosas, Camille Forestier.
Como dice Camille, Adamsberg es un tipo diferente, especial, con talento, de unos 45 años...
«En Adamsberg, el pensamiento no implicaba necesariamente la acción. Entre uno y otra, el espacio de la ensoñación absorbía gran cantidad de pulsiones.»
Hilvana un mundo de leyendas, certezas, sueños e investigación donde deja de lado al equipo de investigación del comisario para centrarse y entender una peculiar historia de amor eterna y fundamental que arrastra los futuros libros sobre Adamsberg.
De sus obras es la que más se centra en el personaje de Jean-Baptiste y su universo interno en el que deambula, entre otras cosas, Camille Forestier.
La segunda historia del Comisario Adamsberg donde se revela que, después de 25 años, abate a un hombre provocando en una parte de su mente una necesidad de reorientar una posible solución.
«Pero Adamsberg no tenía nervios, no sabía lo que era contraerse, agitarse, tensarse, como tampoco sabía lo que era distenderse. Su indolencia material lo mantenía en un ritmo constante, siempre lento, rayano en el desasimiento. Así, era difícil saber si el comisario se interesaba por tal cosa o le importaba un comino. Había que preguntar. Y era más por indolencia que por valor por lo que Adamsberg no conocía el miedo.»
«Cuento fantástico, fábula, novela policíaca. Resulta imposible dejar el libro una vez empezado.
» LeMonde
Anécdota:
«La piedra Saint Marc tenía fama de curar la impotencia, la esterilidad y los fracasos amorosos por poco que uno supiera sentarse encima correctamente.»
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