Madame Bovary está construido a través de detalles y anécdotas que tienen una razón de ser; las pretensiones de objetividad y obsesión estilística de Flaubert no hubieran permitido que fuera de otra forma.
La redacción de Madame Bobary duró cinco años (1851-1856), seis guiones de conjunto y 60 guiones parciales que parece que modificaban los anteriores. A través de su correspondencia sabemos que limaba frases, que nada le satisfacía, que trabajó los parágrafos para que no fueran rígidos, se preocupaba por las partes, episodios, proporción, sucesión de acontecimientos, reparto horizontal de la obra...
Flaubert establece un conjunto de relaciones en el interior del texto que confluyen en un todo compacto con vida propia. Todo pasa con naturalidad, es ese esfuerzo el que hace que el lector se esfuerce en su lectura.
Madame Bovary es un libro moderno aunque sea de finales del XIX y hable de una mujer que lee literatura romántica y que trata de vivir trasladando la vida de sus libros a la realidad, es decir, hacer del amor y la pasión los motores de su vida. Es la reclamación del derecho de alguien (en este caso Emma) a ser feliz.
El deseo de Flaubert de ser invisible como autor dentro de su obra lo lleva a desarrollar un tipo de narrador que rota el punto de vista en una fluida mutación de la mirada hasta el punto que cambia el foco del personaje a personaje al mismo tiempo que tenemos una panorámica de un narrador-historiador que está en todas partes.
Flaubert muestra un sentimiento o un estado de ánimo mediante la descripción de un objeto o un paisaje. Es un narrador que todo lo ve y todo lo sabe pero que no quiere aparece, por ello da sus ojos a los personajes.
A lo largo de toda la novela, más de forma significativa en el último capítulo, se describe detalladamente el funcionamiento mental de Emma, los elementos paralelísticos de constante oposición narrativa, contrapuntos, desplegar imágenes...
No hay conformismo en Emma porque no deja nunca de ambicionar en sus sueños de forma que la única salida antes de la sumisión es la muerte.
Emma es un Ulisses sin otro Itaca que el interior.
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2 comentarios:
- El Mirlo
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Me gusta el análisis que haces de la obra.
- 4/6/12 ► 〈 Responder este Comentario 〉
- LadyMarian
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Me gustó mucho el post! Lo leí hace mucho y con esta entrada me vinieron ganas de volver a leerlo.;)
Besos - 4/6/12 ► 〈 Responder este Comentario 〉
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