Un ataque de pánico y ansiedad no puede evitarse aunque sepamos que la aparición de síntomas no tienen una lógica.
Es un momento de intenso miedo y angustia, que se presenta acompañado de una serie de síntomas físicos y cognitivos. Generalmente estos ataques se disparan por causa de un agente activador (llamado “disparador”) y crea un estado de ansiedad y confusión casi instantáneo.
• Clases de ataques de pánico:
- ESPONTÁNEOS: aparecen en cualquier momento, incluso durante el sueño, sin un desencadenante aparente. Suceden sin advertencia alguna, y quienes las sufren no pueden siquiera intentar racionalizarlas o relacionarlas a un temor específico. Se pueden confundir con ataques cardíacos.
- ESPECÍFICOS: se presentan ante situaciones o lugares específicos. Sólo si se dan unas determinadas condiciones pueden desencadenarse lo que puede debilitar a la persona por el esfuerzo y sacrificio constante de evitar determinadas situaciones.
- PREDISPUESTOS POR SITUACIONES: se desencadenan en determinadas situaciones como por ejemplo: viajar en metro, tren,avión...
La persona puede no tener un temor o una fobia específica respecto del transporte público, ni tampoco los ataques ocurren siempre que estas personas aborden un tren, pero las probabilidades de que sí sufran ataques en esa determinada situación son por mucho mayores a las normales. La descripción mas usual es la de sentirse paralizado, casi congelado, sufrir náuseas, mareos, dolores en el pecho, hormigueos y entumecimiento.
Todos poseemos un mecanismo llamado respuesta de lucha o huida (“fight or flight response”) que colabora en nuestra protección. Este mecanismo activa sustancias en el organismo (como la adrenalina) y acelera nuestro ritmo cardíaco, aumentando nuestra presión arterial. Todo esto nos permite reaccionar y actuar ante una situación de peligro, nos ayuda ya sea en prepararnos para enfrentar al sujeto (o evento) agresor, o bien nos da la reacción y el valor para escapar de esta situación.
Cuando esta sensación de peligro disminuye, los síntomas del mecanismo desaparecen, y el cuerpo vuelve a su estado normal. Sin embargo, en quienes sufren de pánico o ansiedad, la capacidad de volver a este estado normal se dificulta, y las actividades del mecanismo permanecen activas por un buen rato, acentuando los miedos, las angustias y la sensación de incomodidad, de alerta y de ansiedad.
La respuesta de lucha o huída es algo que se activa en pro a nuestra propia supervivencia.
¿Qué es un ataque de pánico?
Es un momento de intenso miedo y angustia, que se presenta acompañado de una serie de síntomas físicos y cognitivos. Generalmente estos ataques se disparan por causa de un agente activador (llamado “disparador”) y crea un estado de ansiedad y confusión casi instantáneo.
• Clases de ataques de pánico:
- ESPONTÁNEOS: aparecen en cualquier momento, incluso durante el sueño, sin un desencadenante aparente. Suceden sin advertencia alguna, y quienes las sufren no pueden siquiera intentar racionalizarlas o relacionarlas a un temor específico. Se pueden confundir con ataques cardíacos.
- ESPECÍFICOS: se presentan ante situaciones o lugares específicos. Sólo si se dan unas determinadas condiciones pueden desencadenarse lo que puede debilitar a la persona por el esfuerzo y sacrificio constante de evitar determinadas situaciones.
- PREDISPUESTOS POR SITUACIONES: se desencadenan en determinadas situaciones como por ejemplo: viajar en metro, tren,avión...
La persona puede no tener un temor o una fobia específica respecto del transporte público, ni tampoco los ataques ocurren siempre que estas personas aborden un tren, pero las probabilidades de que sí sufran ataques en esa determinada situación son por mucho mayores a las normales. La descripción mas usual es la de sentirse paralizado, casi congelado, sufrir náuseas, mareos, dolores en el pecho, hormigueos y entumecimiento.
Todos poseemos un mecanismo llamado respuesta de lucha o huida (“fight or flight response”) que colabora en nuestra protección. Este mecanismo activa sustancias en el organismo (como la adrenalina) y acelera nuestro ritmo cardíaco, aumentando nuestra presión arterial. Todo esto nos permite reaccionar y actuar ante una situación de peligro, nos ayuda ya sea en prepararnos para enfrentar al sujeto (o evento) agresor, o bien nos da la reacción y el valor para escapar de esta situación.
Cuando esta sensación de peligro disminuye, los síntomas del mecanismo desaparecen, y el cuerpo vuelve a su estado normal. Sin embargo, en quienes sufren de pánico o ansiedad, la capacidad de volver a este estado normal se dificulta, y las actividades del mecanismo permanecen activas por un buen rato, acentuando los miedos, las angustias y la sensación de incomodidad, de alerta y de ansiedad.
La respuesta de lucha o huída es algo que se activa en pro a nuestra propia supervivencia.
Publicar un comentario
(-^o^-) (^_-) (#^_^#) (ÖoÖ) (*^o^*) (>_<) ( ̄へ ̄)(;_・) (ô_Ó) (O_O) (ˇ~ˇ) (ToT)(Q____Q) ಠ_ಠ (。◕‿◕) [(--)]ZZzzz
- Si el comentario es anónimo hay muchas posibilidades que no se publique.